Tras la primera vuelta, parecía que el resultado estaba claro, y así fue: Jair Bolsonaro (PSL – PRTB) es el nuevo presidente de Brasil, tras imponerse en la segunda vuelta por más de 10 puntos a su rival, Fernando Haddad (PT – PCdoB – PROS).

De los 147,3 millones de brasileños obligados a votar, asistieron a la cita 115,9 millones, de los cuales 57,8 millones votaron por el candidato de ultraderechista (8,52 millones más en relación con la vuelta previa), mientras que 47 millones depositaron su voto por el candidato oficialista (15,7 millones sobre su resultado en la primera vuelta, remontada insuficiente). Casi 2,5 millones de votos en blanco (600 mil menos que en la primera vuelta) mientras que los votos nulos subieron hasta los 8,61 millones (1,4 más).

Bolsonaro, con un discurso racista, clasista, aporofóbico, homófobo, machista, de mano dura y violencia extrema, no ha tenido tanto voto en contra como los más optimistas esperaban, habiendo sumado bastante. Su rival, por otro lado, no ha conseguido convencer a los suficientes, se ve tanto en el voto nulo como blanco.