Reino Unido: los conservadores pasan a tener mayoría absoluta
Boris Johnson sale como gran vencedor y contará con mayoría absoluta. Jeremy Corbyn forzó el adelanto electoral y su formación, Labour Party, salió muy mal parada.
En unas elecciones donde el tema de la salida de Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (RU en adelante) de la Unión Europea era clave, la estrategia del actual primer ministro, Boris Johnson, del Conservative and Unionist Party (Partido Conservador y Unionista), consigue hacerse con la mayoría absoluta de los escaños (con el 43 % de los votos tiene el 56,15 % de los escaños) y, además, tiene más «fieles» dentro de los elegidos (en RU la disciplina de voto no es demasiado fuerte).
Estaban en disputa los 650 escaños de la Cámara de los Comunes. Llamados a votar 47 587 254 personas, acudieron a la cita el 67,3 %, lo que supone un descenso de 1,4 puntos con respecto al 2017. En RU el sistema electoral es mayoritario, eligiéndose un parlamentario por cada circunscripción (por tanto, son uninominales). Este sistema produce que, a veces, con poca diferencia de votos se pueda tener una muy grande de escaños y, además, el tercer y cuarto partido (en votos) puede, incluso, carecer de representantes.
Los conservadores de Johnson consiguen agrupar buena parte del voto de derechas, sin la sombra de partidos de extrema derecha que usaban las campañas probrexit (como UKIP) como principal reclamo (en tanto que esa agenda la ha asumido el partido conservador), el Conservative and Unionist Party ha obtenido 13 966 451 votos (43,6 %), lo que supone un aumento de 1,2 puntos pero que han significado sumar 48 parlamentarios más, para colocarse en 365. Con esto consiguen una mayoría absoluta cómoda. Su victoria es agridulce en un solo aspecto: se ve más la división del país; en Escocia, por ejemplo, han retrocedido (son el segundo partido, pero pasan de 13 a 6 escaños en esa parte del país, donde ganó el quedarse en la UE y ya están pidiendo otro referendo de independencia).
Los socialdemócratas y amigos de la tercera vía del Labour Party (Partido Laborista) de Jeremy Corbyn pierden 7,8 puntos para continuar en segundo lugar, pero «solo» con el 32,2 % de los votos (en concreto, 10 295 907). Están levemente suprepresentados con 203 escaños (el 31,23 % de la cámara), lo cual son 59 menos de los que tenían antes de las elecciones. Uno de los sitios donde los laboristas han perdido más apoyo es en Escocia, donde actualmente solo tienen 1 asiento (de 59).
El tercer partido del país, en votos, es el Liberal Democrats dirigido por Jo Swinson que obtuvieron el 11,5 % de los votos (3 696 423), una mejora de 4,2 puntos con respecto a 2017, pero solo consiguieron 11 escaños (1 menos que las últimas elecciones).
Los independentistas Pàrtaidh Nàiseanta na h-Alba o Scots Naitional Pairtie o Scottish National Party (SNP) dirigidos por Nicola Sturgeon consiguen vencer de largo en escocia, llevándose 48 escaños (13 más de los que tenían) gracias al 1 242 372 de votos (3,9 % en RU, 45,3 % en Escocia), aún lejos del techo conseguido en el 2015 de 56 escaños).
De Irlanda del Norte (otra región que votó a favor de quedarse en la UE), tenemos que DUP bajó 2 escaños (quedándose con 8), el Sinn Féin se mantiene con 7 y el SDLP y Alliance entran con 2 y 1 respectivamente.
Completa la cámara Plaid Cymru (4 de los 40 de Gales) y 1 de Green Party of England and Wales o Plaid Werdd Cymru (partido se presenta en Inglaterra y Gales).
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