Al 99,67% escrutado, la coalición de CDC, ERC y otros, Junts Pel Sí, logra la victoria en las cuatro provincias.

Con 1.616.962 de votos (el 39,57% de los sufragios válidos) la coalición Junts Pel Sí conseguiría 62 curules (la suma de CiU y ERC mantenida hasta el momento en el parlamento catalán era de 71). Suman mayoría absoluta si agregáramos a la también independentista lista de Candidatura d’Unitat Popular (CUP), que ha visto crecer su electorado y escaños (del 3,48% al 8,21%, lo que le vale para pasar de 3 a 10 curules), mas no conseguirían la mayoría de los votos.

Ciudadanos (C’s) da un salto cuantitativo y cualitativo; se colocan como segunda fuerza en el parlamento catalán y liderarán la oposición; han aumentado más de diez puntos hasta colocarse con el 17,91% de los votos y subir hasta los 25 diputados, 16 más de los que tenían tras las elecciones de 2012.

La otra candidatura unitaria de izquierdas, que junta a Podemos con ICV, entre otros, Catalunya Sí que es pot, consigue también diez puestos en el parlamento catalán, lo que supone una caída de casi un punto (si lo comparamos con ICV de 2012) y tres escaños, colocándose con el 8,93% y 11 escaños.

El PSC y el PP continúan su caída particular; los socialdemócratas pierden más de un punto y medio y 4 diputados, colocándose con 16, siendo la tercera fuerza política del hemiciclo nuevamente. La debacle del PP es más pronunciada, se deja ocho escaños, obteniendo once curules con 8,5%, siendo el penúltimo partido.

Unió, hasta hace poco socio de CDC en el gobierno (en la coalición CiU), no consigue escaño alguno al quedarse por debajo de la barrera electoral, obteniendo el 2,51% de los votos.

La gran ganadora de estos comicios parece ser la participación, que aumenta casi diez puntos (colocándose en el 77,44%); con un índice más alto de votos a candidaturas que en las pasadas elecciones (el 99,08%, frente al 97,65% de 2012).