Es difícil describir lo que ha pasado. La formación de Pedro Sánchez, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que gobernaba como segundo partido de la cámara tras una moción de censura, ha conseguido unos 7,45 millones de votos y un 28,7% de los mismos, lo que le vale para sacar 123 escaños, 38 más que los que actualmente tenía (85). Recupera casi 2 millones de votos, muchos ellos desde la abstención de 2016 (la participación ha subido 9 puntos, hasta alcanzar el 75,76%). El PSOE podrá intentar otra vez con Ciudadanos (partido con el que sumaría una clara mayoría absoluta) o una coalición amplia con PNV, Podemos y otras formaciones.
El conservador Partido Popular (PP) liderado por Pablo Casado obtiene un resultado desastroso, pasando del primer lugar (137 diputados y el 33% de los votos) a uno segundo pero ajustado con el resto, con solo 66 diputados y el 16,69% de los votos. El «tripartito» a lo andaluz (PP y Ciudadanos en el gobierno, Vox como apoyo) queda muy lejos de la mayoría para gobernar la cámara. Hay que tener en cuenta que en varias provincias no han conseguido representación. La coalición liderada por UPN (Na+, donde participaban PP y Cs) saca dos escaños (ambos para UPN).
La formación de derechas Ciudadanos (Cs), de Albert Rivera, crece hasta convertirse en la tercera fuerza del país, arrebatándole el título a Podemos y alianzas. Con casi 4,1 millones de votos (15,84%) tendrá 57 escaños, aumentando así en 25 su presencia en la cámara baja.
La coalición de izquierdas dirigidas por Pablo Iglesias, Unidas Podemos (Podemos, Equo e Izquierda Unida) sigue «estancada», así pierde dos puntos, colocándose en el 11,95% (en votos absolutos también ha disminuido) y 35 diputadas, 10 menos que las actuales. Su partido aliado ECP-Guayem El Canvi pasa de 12 escaños a 7, dejándose por el camino más de 1 punto (quedándose en 2,36%) y pasando de primera fuerza a tercera.
Vox, la ultraderecha comandada por Santiago Abascal, da la sorpresa real al pasar de menos de 50 mil votos a más de 2,65 millones (10,26%), pasando de no tener representación parlamentaria a 24 escaños.
Dentro de las formaciones que no son de ámbito nacional, cabe destacar el aumento de ERC, que consigue imponerse con claridad en Cataluña (primer lugar con 15 escaños (6 más de los que tenían) y algo más de 1 millón de votos. En Cataluña, JxCat pierde un diputado, obteniendo 7 (donde está CDC). En el País Vasco, crece el PNV-EAJ (no parece muy sensible, de 5 a 6, pero recupera el primer lugar en el País Vasco) y de EH Bildu (que duplica su presencia, de 2 a 4). Coalición Canarias duplica su presencia (de 1 a 2) y Compromís, que en los anteriores comicios fue en coalición con Podemos y compañía, saca un escaño. Otro partido más con representación es el cántabro PRC (1 escaño).
PACMA sigue siendo la primera fuerza extraparlamentaria, habiendo crecido unas décimas hasta el 1,25% (más de 325 mil votos).
En total, son 14 formaciones con representación (frente a las 12 actuales), pero con una mayor dispersión de votos (el ganador tiene 28,7%, otras 4 formaciones superan el 10% de votos, ya estamos muy lejos de los tiempos en que las dos principales fuerzas sumaban más del 70% de los votos).
Un golpe en el Senado
En el Senado, con un sistema plurinominal parcial de listas abiertas y reparto mayoritario, la división de las derecha ha sentado bien al PSOE que, de los curules a repartir, se lleva la mayoría absoluta. Así la formación de Sánchez pasa de 43 a 122 (actualmente hay 266 senadores, en las elecciones se reparten 208; el PSOE cuenta con unos 20 designados), mientras que el PP pasa de 130 a 55 (Na+, donde participa el PP, también obtuvo 3 senadores).
Última actualización: 29 octubre de 2019 por Rodríguez Arias José María Dejar un comentario
Portugal: victoria socialdemócrata con absentismo alto
El Partido Socialista (PS), del primer ministro António Luís Santos da Costa, ha conseguido una clara victoria en las elecciones del parlamento portugués.
La noticia, más que en la victoria del PS, se encuentra en la abstención: superó a los votantes. De los 10 810 674 llamados a las urnas, solo depositaron su voto 5 251 064 personas, esto es, un 48,57 %. Desde el comienzo de la Tercera República, cada elección tiene peor participación que la anterior, salvo en 1980 (un punto más que las anteriores, 83,9 %) y 2005 (cuando se puso en 64,3%), desde ese año, la caída es clara: 59,7 % (2009), 58,1 % (2011) y 55,9 % (2015). El absentismo ha crecido en más de 7 puntos. En Portugal el voto es voluntario, aunque formalmente se considera un «deber cívico», hasta ahora las elecciones legislativas superaban con creces el 50 % (y eso que ya preocuparon mucho las del 2009), mientras que las de Presidente de la República (jefe de Estado con pocos poderes, al ser una república parlamentaria) sí han tenido tasas de participación más bajas.
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