Resultados: Elecciones generales en Reino Unido (2017)

El Partido Conservador de la primera ministra Theresa May fracasa en su pretensión de aumentar su mayoría absoluta, perdiéndola.

por José María Rodríguez Arias

Los habitantes de Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte no están especialmente acostumbrados a los parlamentos con mayoría simple; por la falta de disciplina de voto fuerte dentro de los partidos, ni siquiera les gusta tener mayorías absolutas «bajas». May apostó por unas elecciones anticipadas para fortalecer su posición dentro del parlamento británico, a fin de negociar mejor el Brexit con la UE, y aprovechar el pésimo momento de un partido Laborista que remontó espectacularmente. El sistema mayoritario tiene estas cosas, permite mejorar en votos pero perder escaños sin mucho problema, o lo contrario, incluso.

Con una participación superior a la que se esperaba (68,7%, dos puntos más que en 2015), estos fueron los resultados:

Elecciones generales en Reino Unido 2017

PartidoEscañosVariación de escañosVotes%VotosVariación%Votos
Conservative318-131366721342,4+5,5
Labour262+301287498540,0+9,5
Scottish National Party35-219775693,0-1,7
Liberal Democrat12+423717727,4-0,5
Democratic Unionist Party10+22923160,9+0,3
Sinn Fein7+32389150,7+0,2
Plaid Cymru4+11644660,5-0,1
Green Party105253711,6-2,1
UKIP0-15938521,8-10,8
Social Democratic & Labour Party0-3954190,30,0
Ulster Unionist Party0-2832800,3-0,1
Alliance Party00645530,20,0
The Yorkshire Party00209580,10,0
National Health Action00161190,10,0
Christian Peoples Alliance0058690,00,0
British National Party0046420,00,0
Monster Raving Loony Party0038900,00,0
Women's Equality Party0035800,00,0
Pirate Party0023210,00,0
English Democrats0019130,00,0
Workers Revolutionary Party007710,00,0
Social Democratic Party004690,00,0
Others101866750,6+0,3
Tabla de elaboración propia con datos de la BBC.

Cameron, que dimitió tras el resultado del referendo para salir de la UE, consiguió en el 2015 el 36,9% de los votos (11,33 millones), con esto se hizo con la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes, ocupando 331 escaños; May, que tenía ciertos problemas para que votaran todos a una, y viendo la oportunidad en un rival débil, adelantó unas elecciones en las que, mirando solo los votos, no le fue mal a su partido, el Conservador: 42,3% de los votos, 5,5 puntos más (casi 13,62 millones de votos). Incluso puede presumir de tomar Escocia, donde mejora 13 puntos hasta alcanzar el 28,6%, colocándose como segunda fuerza y pasando de 1 a 13 escaños (acaba de perderse el chiste de «hay más pandas en el Zoo de Edimburgo que comunes conservadores escoceses»). Pero el saldo final es negativo: pierde la mayoría absoluta (318 escaños de 650, se queda a 8). De todas formas, May realizó una campaña horrible donde dijo y se desdijo todo lo que quiso, donde mostró la cara más desagradable de los conservadores (esto último tal vez le dio votos, todo hay que decirlo).

Hace unos meses daban por finiquitado al partido Laborista, incluso, cuando eligieron a Jeremy Corbyn como candidato, muchos vieron en un fracaso estrepitoso, hace no demasiado se señalaba a Francia para indicar lo que le podía pasar (ambos candidatos tienen un discurso más a la izquierda que la línea de sus partidos de los últimos años). En las encuestas llegaron a estar a 20 puntos de distancia. Pero, entre los errores de May y los aciertos propios, Corbyn consiguió casi 12,86 millones de votos, el 40%, 9,6 puntos más que en el 2015. Además, suman a sus filas 30 comunes más, alcanzando los 262. No todos son buenas noticias para los laboristas, por un lado, porque en Escocia no logran remontar (bien, han tenido más escaños y algo más de votos, pero ante la caída del SNP en vez de retomar su primer lugar, se quedan en tercero porque quien se ha aprovechado de la misma son los conservadores).

Entre estos dos partidos sí podemos observar un aumento de la concentración de voto bipartidista (82,3%), que se había relajado o perdido un poco tanto en las elecciones de 2015 (67,3%) como en las anteriores de 2010 (65,4%); si no me equivoco, es el voto más concentrado desde 1970, con esa victoria del conservador Edward Heath (y un poco más que el primer triunfo de la conservadora Margaret Thatcher -43,9%-frente a James Callaghan -36,9%- en 1979).

En Reino Unido es difícil ser la tercera o cuarta fuerza a nivel de todo el país, o eres la primera (entre todo o en tu zona) o por más que te voten estarás muy subrepresentado (aprovecho para llamarles la atención sobre cómo hubiesen sido otros repartos en el 2015), así pues, es difícil que un partido consiga mantener mucho apoyo si no se ven resultados; un poco esto es lo que siempre les pasa a los del Partido Liberal Demócrata, que, aunque ganan escaños (12 frente a los 8) habiendo perdido votos (-0,5 puntos, con el 7,4% de los votos esta vez, 2,37 millones de papeletas con su nombre), están increíblemente subreresentados (1,85% de la cámara); están muy lejos del 25% que alguna vez tuvieron, pero es que cuando más votos tuvieron en los últimos años (en el 2010, casi 6,84 millones, 23%, 57 escaños… menos que en el 2005 cuando tuvieron un punto menos de votos) seguían estando muy subrepresentados (ocupaban el 8,8% de la cámara, 15 puntos de sub), la entrada al gobierno de Cameron tampoco les ayudó.

En gran medida UKIP ya consiguió lo que quería (Brexit). Incluso uno de sus históricos más importantes llegó a declarar que ese partido se tenía que disolver. Además, los Conservadores se han tirado más a la derecha, con lo que se superponen esos dos partidos. Entre los graves problemas internos y que el partido Conservador, que sí saca escaños, ya ofrece lo mismo, UKIP ha conseguido un resultado increíblemente malo. Venían de un «subidón» en 2015, que con el 12,6% de votos gracias a los 3,88 millones de sufragios, se colocaron en tercer lugar en votos (aunque solo consiguieron un común), había supuesto un fuerte aumento de 9,5 puntos… pues bien, ahora caen 10,8 puntos, con unos 0,59 millones de votos que representa al 1,8% del electorado bajan a la quinta plaza.

Junto con el UKIP, otros dos partidos salen de la Cámara de los Comunes, ambos de Irlanda del Norte: el Partido Social Demócrata y Laborista (que en su región ha bajado 2,2 puntos, colocándose con 11,7% y eso le ha supuesto la pérdida de 3 comunes) y el Partido Unionista del Ulster (con un descenso de 5,8 puntos, esto es, 10,3% de votos, pierde los 2 comunes que tenía). Hablando de Irlanda del Norte, esta región concentra sus curules en dos partidos y un independiente; el Partido Unionista Democrático (DUP) es el gran vencedor, aumenta en 10,3 puntos, se sitúa con el 36% de los votos y gana 2 escaños más (hasta los 10), además, hará gobierno con May, con lo que su posición se podrá ver doblemente reforzada (voy a recordar que en IN los conservadores y los laboristas no se presentan como tales, con lo cual no compiten directamente con las fuerzas de esta región). El Sinn Féin, por su lado, también mejora su presencia (+4,9 puntos), situándose con el 29,4% y ganando 3 escaños más (ahora contará con cuatro comunes). La región vuelve a elegir a un independiente.

En Escocia las cosas son un poco distintas, Conservadores, Laboristas y Liberales sí compiten con sus propias siglas, ante un socialdemócrata Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) normalmente fuerte. El SNP, aunque fracasó en su intento de separación, había conseguido en 2015 un triunfo impresionante, llevándose 56 de 59 escaños repartidos en la región. Era increíblemente difícil mantener tan buen resultado, el SNP perdió 13,1 puntos (situándose con el 36,9% de los votos -a nivel agregado de todo el RU, 3%, cuarto partido-) y eso le ha costado 21 comunes, ahora solo dispondrán de 35 representantes. Lo sorprendente es quién se llevó la mayor parte de ese pastel (los Conservadores, visto arriba, de 1 a 13), con lo que la postura de un nuevo referendo para Escocia tal vez se diluye un poco (una de las razones por las que Escocia votó que no a la independencia, al menos así lo indicaban las encuestas, fue el poder permanecer en la UE; cuando ganó el «Sí» al Brexit, una de las regiones que votó mayoritariamente por el «No» fue justamente Escocia). Los liberales, que perdieron votos en Escocia, ganaron 3 escaños más (hasta 4). Los Laboristas se llevaron un buen pellizco (+6 escaños, hasta 7), aunque pasaron a ser tercera fuerza en esa región, con algo más de votos que antes.

A modo de cierre

Estas elecciones, en gran medida, son un ejemplo de cómo las expectativas determinan la sensación de triunfo o derrota; así May, que saca más votos y mejora sus resultados, sale derrotada tras perder la mayoría absoluta (por poco) e incumplir la razón de este adelanto electoral; aunque tal vez, en lo práctico, nada cambie, el DUP que apoyará su investidura es un partido muy a la derecha y euroescéptico, así que la postura «dura» sigue sobre la mesa (aunque es cierto que entre las dos formaciones tienen menos votos que antes los Conservadores solos).

Los Laboristas pueden estar contentos, parece que han vuelto a enganchar con parte de su electorado, incluso alcanzan ese difícil 40%; entre un partido que ya olía a tercer lugar y una mejora considerable como segundo (no solo están cerca de los conservadores en votos, es que han pasado de una diferencia de 99 escaños a una de 56 curules); con más votos que los que tuvo Tony Blair en su último gobierno (eso sí, gobernó con mayoría absoluta).

El futuro de escocia, por otra parte, parece que vuelve a quedarse con el del resto de su isla, con un resultado limitado para el SNP y, sobre todo, porque las opciones «unionistas» han aumentado mucho (no es que el voto se fuera a otras formaciones separatistas, sino que aumentó el voto conservador y un poco del voto socialdemócrata volvió al Partido Laboralista). Lo que no quita para que tal vez, y solo tal vez, sí se permita un referendo de independencia que, además, permita a Escocia no salirse de la UE a la par que el RU (estoy pensando en un SNP que apoye un tipo concreto de negociación con la UE en que a ellos se les dé una alternativa distinta).

El parlamento británico queda menos plural (tres partidos menos), más concentrado (entre las dos fuerzas mayoritarias), aunque, curiosamente, con necesidad de pactos.

Así queda el mapa de Reino Unido:

(Clic para agrandar).

En fin, para ver en detalle los resultados, les recomiendo el especial de la BBC.

 

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