Al 99.98% del escrutinio del plebiscito colombiano se impone el «NO» con el 50,21% de los votos válidos al «Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera» entre el gobierno del país suramericano y la guerrilla de las FARC.

A la pregunta de «¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?» los colombianos han dicho «NO», en una consulta popular donde el hecho más destacable es la baja participación, que a duras penas superó los 13 millones (37,43% de las personas habilitadas) y un escaso 2% de votos nulos y blancos.

En Colombia, para que un referendo resulte aprobatorio, debe superar el 13% del censo electoral y, además, haber más síes que noes. La primera condición se cumplió (el «sí» obtuvo 6,38 millones de votos, estando el umbral en 4,54 millones), pero no la segunda (por unos 50 mil votos). Este «no», por más que sea con un margen escaso, resulta contrario a lo que las encuestas indicaban (la diferencia mínima a favor del sí era de 10 puntos) y el expresidente Uribe, contrario al pacto y uno de los principales valedores de la campaña por el «no», sale reforzado.

¿Se sentarán las partes a renegociar un acuerdo que pueda salir con un voto positivo en las urnas? La posición de Santos se ha vuelto difícil y débil. Tal vez todo pase por la renegociación y que Uribe y los suyos estén en la mesa… ¿Las FARC lo aceptarían? ¿Se romperá la guerrilla ante este fracaso en su primera campaña política?