El final de la campaña sirvió al actual primer ministro, Benjamín Netanyahu, para dar un giro por completo a los resultados augurados en las distintas encuestas y ganar los comicios legislativos generales celebrados el 17 de marzo. Todos los israelís mayores de 18 años pueden votar, a listas cerradas de partidos en un sistema de distribución proporcional con el sistema D’Hondt y existe una barrera electoral del 3,25%.

Netanyahu vio reforzado su poder en la Knéset, no solo por la victoria, sino por conseguirla en solitario con su Likud (la coalición con Israel Beitenu de los pasados comicios obtuvo 31 escaños; ahora en solitario alcanzó los 30, con más votos totales y casi los mismos porcetuales). En las elecciones participó el 72,34% del censo electoral.

El gran derrotado es el candidato de la Unión Sionista (coalición entre el Partido Laborista y Hatnuah), Isaac Herzog, que pasó de ser la promesa del centroizquierda israelí a quedarse casi cinco puntos por debajo del actual primer ministro y su derechista partido. Aún así, pasa a ser el segundo partido en la cámara.

La sorpresa de los comicios pasados, el partido liberal-sionista Yesh Atid, pierde ocho escaños, colocándose con once en cuarto lugar al conseguir 8,81%, seis puntos menos que hace dos años.

La alianza amplia Lista Árabe Conjunta (formada por Hadash, Balad, Lista Árabe Unida y Ta’al) alcanzó el tercer lugar, con un 10,54% y 13, lo que significa 2 más de los que tenían por separado hasta el momento.

Israel Beitenu, por su lado, cayó considerablemente, se quedó con 6 escaños y el 5,11% de los votos. Hablando de ex aliados de Netanyahu, la formación Kulanu, de nuevo cuño, fundada (entre otros) por Moshe Kahlon, ex Likud, se alzó con 10 escaños y 7,5% de los votos.

Hogar Judío de Naftali Bennett pierde cuatro escaños colocándose 8 y el 6,74% de los votos. Tras este, Shas, el partido de los sefardís ortodoxos, también pierde 4 escaños, consiguiendo 7 curules y el 5,73% de los votos válidos. Los ortodoxos de Judaísmo de la Torá se coloca con 6 escaños y el 5%.

Los socialdemócratas (miembro observador del PS Europeo) obtuvo un 3,93% y, si bien perdió un escaño, se colocó como la última formación en la Knéset.

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